Los manglares en Bocas del Toro son importantes como hábitat para cría y desarrollo de muchas especies costero-marinas. Estos manglares son principalmente comunidades de franja y de sobrelavado. Los primeros ubicados a lo largo de la zona costera de las islas mayores y el istmo, los segundos creciendo sobre cayos de origen coralino en el centro de las lagunas.
El mangle rojo (Rhizophora mangle, Rhizophoraceae) es la especie dominante en todos los ambientes y forma poblaciones puras en los cayos, donde no hay suelo expuesto que permita el establecimiento de las otras especies. Las otras especies, el mangle salado (Avicennia germinans, Avicenniaceae), el mangle blanco, el mangle botón (Laguncularia racemosa y Conocarpus erecta, Combretaceae) y el mangle piñuelo (Pelliciera rhizophorae), crecen en forma dispersa o forman pequeños parches detrás de la banda de mangle rojo, o en el centro de los cayos más grandes donde se ha formado suelo.
El mangle piñuelo, es sumamente interesante, pues en el Caribe solamente está representada por poblaciones remanentes de una población más extensa, que ocupó la mayor parte del Caribe hasta antes de que el Istmo Centroamericano interrumpiera la comunicación entre el Caribe y el Pacífico. Estas poblaciones residuales son muy interesantes desde el punto de vista biogeográfico y evolutivo, pues se supone que han estado aisladas de las del Pacífico, desde que se cerró el Canal Centro Americano, hace unos 2.7 millones de años.
Las comunidades de las raíces de mangle siguen el patrón típico de los manglares del mundo en las áreas que quedan expuestas durante la marea baja, allí son comunes: Bostrichia, Caloglossa, Catenella, Murrallela (Taylor, 1979), no así en las secciones sumergidas donde son sustituidos por una asociación dominada por Caulerpa verticillata, C. racemosa, Acanthophora spicifera y Spyridia filamentosa.
(Estudio Ecológico Rápido de la región del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos)